CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

En el magnífico programa de Andreu Buenafuente aparece en sus filas uno actor simpatiquísimo que se autodenomina: “el gilipollas”. Un tipejo, con carácter de estirado, con traje a lo facha y que se ríe de sus propios errores, diciendo ¡claro, es que soy un gilipollas!.
La Real Academia de la Lengua recoge el término como “tonto e idiota” palabra vulgar solo usada en España, existe el gili, la gilipollez y el gilipuertas.

Vete aquí, que en Italia el pueblo más parecido al español, al que es gilipollas se le denomina “coglione”. Palabra ofensiva y vulgar que Silvio Berlusconi, Il Cavallieri, mala denominación para un mal educado presidente, se ha llenado la boca con ella insultando a sus compatriotas, diciendo que si no le votan son unos gilipollas. Un personaje facistoide y populachero que quiere aferrarse a la poltrona para no ser juzgado por sus desmanes y conflictos de intereses, que se compara con Churchil, Jesucristo y Napoleón, es que quiere a locos a su lado.

Le deseo que pierda las elecciones, porque hay millones de gilipollas que no le votarán. Il profesore señor Romano Prodi, merece ese digno puesto de representante del pueblo italiano.
Si no diremos la mítica frase: ¿Quo Vadis, Italia?

Abraham Méndez
Un gilipollas