CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

Parece que hemos despertado de un mal sueño, un sueño que nos ha causado dolor, horror y muertes. La banda terrorista E.T.A. ha declarado un “alto el fuego permanente”. Nada justificó su creación, aunque fuera en tiempos de dictadura, porque el que ha sufrido a sido el pueblo, el hombre de la calle. Las ideas separatistas e identitarias de Sabino de Arana influyó en las mentes de los jóvenes vascos y con esa ideología se tiraron al monte.
Durante 40 años se han provocado odios, extorsiones y muertes inútiles y con la complacencia de algún politicastro de turno y con sacerdotes de barricadas, salvapatrias del “a Dios rogando y con el mazo dando”. Pero contra todo pronóstico hoy ha hablado una mujer, una voz femenina, que aunque encapuchada, hemos oído la palabra de E.T.A. a través de una de sus mujeres. Ha tenido que ser una mujer que diera el paso al frente para pisar la cabeza de la serpiente y con su propia hacha cortársela. Como una madre que quiere proteger a sus hijos, harta de tanta bestialidad y tanto veneno. Lástima que en el camino han muerto inocentes de un lado y del otro.
Hoy Euskadi, el País Vasco debe despertar de ese trágico sueño y entre todos hacer un pueblo libre, democrático y dentro de la Constitución, donde no sobre ni moleste ningún vecino. Estoy seguro que la sociedad será justa y generosa con los arrepentidos, porque ahora es posible despertar de esta horrible pesadilla.