3.5.06
LA VANGUARDIA AL MUSEO
La Vanguardia ha llenado durante 125 años espacios informativos, culturales, sociales, económicos y de la vida en general de todos los ciudadanos Los aficionados a la lectura periodística saben que este medio está presente en Cataluña, España y muchos lugares del mundo. Seguro que ejemplares de este periódico alguien los guarda como únicos, por tal o cual noticia que pueda interesarle. A veces hasta en anticuarios, librerías y casas de viejo venden antiguos diarios como viejas reliquias.
Pero lo que deben ignorar sus propietarios, directores, redactores y empleados de La Vanguardia es que el Museo del Escritor de Roda de Barà acoge, además de una serie de reportajes y recuerdos periodísticos, tres ejemplares de La Vanguardia, dos del año 1962 donde aprovechando sus grandes páginas se pegaron, en collage, una serie de fotos de diferentes temas de otros medios informativos, italianos principalmente. Y el ejemplar especial de 1989 que se editó para comunicar el cambio de diseño, creando escuela y en su portada aparece el lema: “A toda máquina”. Este último acoge en sus páginas y sobre los textos intercalados, toda una serie de escuelas del mundo. Las Vanguardias están colgadas como un diario normal y, protegidas sus páginas con plástico y son de consulta diaria en las miles de visitas que se reciben en el museo. Por ello desde cualquier rincón del mundo se sigue haciendo historia como un homenaje perpetuo a las obras, en este caso periodísticas y particularmente a La Vanguardia.
Abraham Méndez Ramos
Director Museo del Escritor
Pero lo que deben ignorar sus propietarios, directores, redactores y empleados de La Vanguardia es que el Museo del Escritor de Roda de Barà acoge, además de una serie de reportajes y recuerdos periodísticos, tres ejemplares de La Vanguardia, dos del año 1962 donde aprovechando sus grandes páginas se pegaron, en collage, una serie de fotos de diferentes temas de otros medios informativos, italianos principalmente. Y el ejemplar especial de 1989 que se editó para comunicar el cambio de diseño, creando escuela y en su portada aparece el lema: “A toda máquina”. Este último acoge en sus páginas y sobre los textos intercalados, toda una serie de escuelas del mundo. Las Vanguardias están colgadas como un diario normal y, protegidas sus páginas con plástico y son de consulta diaria en las miles de visitas que se reciben en el museo. Por ello desde cualquier rincón del mundo se sigue haciendo historia como un homenaje perpetuo a las obras, en este caso periodísticas y particularmente a La Vanguardia.
Abraham Méndez Ramos
Director Museo del Escritor