23.1.08
1640-LA JUVENTUD DE E.T.A.
LA JUVENTUD DE E.T.A.
Es seguro que la inmensa mayoría de los jóvenes del País Vasco (Euskadi) son chavales estupendos, que saben crecer, vivir, estudiar y divertirse, aunque sea con algún molesto botellón. Como en botica hay de todo, pero me consta que la juventud vasca, fuera de tópicos, es noble, culta, solidaria y buena gente. Así los veo yo. El problema es cuando a esos valores morales, culturales y de identidad se le añade la política nacionalista y separatista. El ideólogo de la nación vasca, soñó con una nueva nación, separada de España, porque los indígenas vascos son de otra raza, otra lengua y un ADN diferente y más derechos sobre el resto de los ciudadanos, lo proclamó y vendió el señor Sabino de Arana, el llamado padre de la patria vasca. Es cierto que en algunos temas tenía razón, fue un pueblo primitivo que emigró de otras tierras y se aposentaron en Iberia o Tarraco, en otras aunque el mismo y su hermano quisieron rectificar ya no pudieron. La bola de nieve se hizo tan enorme que arrolló intelectual y políticamente a muchos que creyeron en él como un enviado, un iluminado, un gurú que guiaba a su rebaño, sin saber que muchos de ellos irían al degolladero.
Muchos jóvenes han caído en la trampa de la defensa de su tierra con las armas, con el terrorismo, el secuestro y las bombas. Chicos que podían haber tenido una familia, hijos y ser químicos, abogados, economistas, empresarios, ingenieros o simplemente trabajadores, se convirtieron en asesinos, extorsionadores, violentos y rabiosos de la banda terrorista E.T.A y de otras siglas políticas que les dan cobertura y sueldos. Por culpa de esas ideologías han perdido su juventud, sus sueños e ilusiones de formarse como personas, es una juventud perdida, marcada de por vida. Muchos han muerto por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y otros pasarán 20 o 30 años en la cárcel pudriéndose por sus locuras, por sus sueños de libertad estarán encarcelados ¡Qué paradoja! La culpa es de sus mayores, los que jamás dan la cara, los que se esconden como ratas, los cobardes que han emponzoñado los sentimientos legítimos de una juventud de pertenecer a una comunidad diferente, pero igual en todos sus derechos al resto de los ciudadanos. Lástima de chicos que nunca más volverán a ser jóvenes.
Es seguro que la inmensa mayoría de los jóvenes del País Vasco (Euskadi) son chavales estupendos, que saben crecer, vivir, estudiar y divertirse, aunque sea con algún molesto botellón. Como en botica hay de todo, pero me consta que la juventud vasca, fuera de tópicos, es noble, culta, solidaria y buena gente. Así los veo yo. El problema es cuando a esos valores morales, culturales y de identidad se le añade la política nacionalista y separatista. El ideólogo de la nación vasca, soñó con una nueva nación, separada de España, porque los indígenas vascos son de otra raza, otra lengua y un ADN diferente y más derechos sobre el resto de los ciudadanos, lo proclamó y vendió el señor Sabino de Arana, el llamado padre de la patria vasca. Es cierto que en algunos temas tenía razón, fue un pueblo primitivo que emigró de otras tierras y se aposentaron en Iberia o Tarraco, en otras aunque el mismo y su hermano quisieron rectificar ya no pudieron. La bola de nieve se hizo tan enorme que arrolló intelectual y políticamente a muchos que creyeron en él como un enviado, un iluminado, un gurú que guiaba a su rebaño, sin saber que muchos de ellos irían al degolladero.
Muchos jóvenes han caído en la trampa de la defensa de su tierra con las armas, con el terrorismo, el secuestro y las bombas. Chicos que podían haber tenido una familia, hijos y ser químicos, abogados, economistas, empresarios, ingenieros o simplemente trabajadores, se convirtieron en asesinos, extorsionadores, violentos y rabiosos de la banda terrorista E.T.A y de otras siglas políticas que les dan cobertura y sueldos. Por culpa de esas ideologías han perdido su juventud, sus sueños e ilusiones de formarse como personas, es una juventud perdida, marcada de por vida. Muchos han muerto por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y otros pasarán 20 o 30 años en la cárcel pudriéndose por sus locuras, por sus sueños de libertad estarán encarcelados ¡Qué paradoja! La culpa es de sus mayores, los que jamás dan la cara, los que se esconden como ratas, los cobardes que han emponzoñado los sentimientos legítimos de una juventud de pertenecer a una comunidad diferente, pero igual en todos sus derechos al resto de los ciudadanos. Lástima de chicos que nunca más volverán a ser jóvenes.
# posted by ABRAHAM MENDEZ @ 7:47 a. m. 
