17.5.07
NUEVOS ESCLAVOS
Desde el puerto de Tarragona en el año 1820 zarpó el barco Tellus, capitaneado por Juan Font Fort de Canet de Mar, cargado con 200 “bultos” o “sacos de carbón” hacia La Habana (Cuba). El cargamento eran 200 hombres y mujeres negros, que perfectamente alineados en las lúgubres bodegas se transportaban para ser vendidos como esclavos. En el viaje moría un 15%. Habían sido comprados, por comerciantes “legales” a otros que los habían cazado como monos en Mozambique (África). Un tratado entre Inglaterra y España en el año 1817 abolía el tráfico de negros, la empresa que comerciaba con carne humana se acogió de una moratoria hasta final del año 1820. Sólo protestó un sacerdote, el padre Antonio María Claret (Corazón de María-Claretianos) que fue arzobispo de Santiago de Cuba, que defendió el abolicionismo y denunció a los propietarios de esclavos. Hasta el año 1845 se juzgaron a los responsables de 56 barcos negreros catalanes.
Se repite la historia y el “hombre se come al hombre”. Desde el África nos llegan los nuevos esclavos, nuevas remesas de carne humana, viajan en frágiles pateras y pagan a un patrón, una mafia, para que los traiga sanos y salvos hasta las costas españolas, muchos mueren en el intento. Hoy son ellos los que emigran a tierras más prósperas, porque en sus pueblos nadie se preocupa de sus miserables vidas. Es muy triste recibir en pocos días hasta 1000 sin papeles. Y más tristes son las críticas que reciben nuestros gobernantes por la labor humanitaria que realizan y los esfuerzos de la Guardia Civil, las ONG y las buenas gentes de los lugares de asilo. Pero al fin se valoran estos gestos y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) reconocen que las medidas de control y políticas adoptadas son las más justas y “uno de los ejemplos de integración de los inmigrantes”. Ha esta iniciativa se han sumado, rectificando sus políticas, Alemania, Bélgica y Holanda. ¿Es posible que después de casi 200 años, hayamos encontrado la fórmula de no tener esclavos y sí hombres y mujeres con ganas de trabajo, pan y libertad?, aunque sean negros.
Se repite la historia y el “hombre se come al hombre”. Desde el África nos llegan los nuevos esclavos, nuevas remesas de carne humana, viajan en frágiles pateras y pagan a un patrón, una mafia, para que los traiga sanos y salvos hasta las costas españolas, muchos mueren en el intento. Hoy son ellos los que emigran a tierras más prósperas, porque en sus pueblos nadie se preocupa de sus miserables vidas. Es muy triste recibir en pocos días hasta 1000 sin papeles. Y más tristes son las críticas que reciben nuestros gobernantes por la labor humanitaria que realizan y los esfuerzos de la Guardia Civil, las ONG y las buenas gentes de los lugares de asilo. Pero al fin se valoran estos gestos y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) reconocen que las medidas de control y políticas adoptadas son las más justas y “uno de los ejemplos de integración de los inmigrantes”. Ha esta iniciativa se han sumado, rectificando sus políticas, Alemania, Bélgica y Holanda. ¿Es posible que después de casi 200 años, hayamos encontrado la fórmula de no tener esclavos y sí hombres y mujeres con ganas de trabajo, pan y libertad?, aunque sean negros.
# posted by ABRAHAM MENDEZ @ 11:01 a. m. 
