CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

A los chorizos les cortaría las manos. A los pederastas les sacaría los sesos. A los pornográficos de Internet les arrancaría los ojos. A los violadores les arrancaría la pilila. A los carteristas les cortaría los dedos A los obsesos sexuales los castraría. A los terroristas los reventaría con una bomba. A los asesinos de mujeres les cortaría la cabeza A los pedófilos los empalaría. A los traficantes de drogas y armas los fusilaría. A los guías ultrareligiosos los guillotinaría. A los secuestradores les metía cadena perpetua. A los especuladores y embargadores de pisos los ahorcaría. A los tramposos en los juegos los lapidaría. A los atracadores les cortaría las piernas. A los corruptos los sentaría en la silla eléctrica. A los prestamistas y reventas los gasificaría. A los políticos charlatanes los castraría. A los evasores y blanqueadores de dinero al paredón. A los crímenes contra la humanidad les aplicaría garrote vil. A los dictadores los arrastraría con caballos o burros. Deberíamos volver a los experimentos de laboratorio como los que emplearon los nazis con su doctor Menguele, en los campos de concentración. Así aprenderían todos y sabrían quién manda aquí.

Como en la película el Club de los Suicidas, ¿vamos a matarnos los unos a los otros? Hay muchas formas para eliminar a nuestros semejantes, pero que medidas más bestias ¿verdad? ¿Eso sería justicia o venganza? Nuestro Estado de Derecho ha de protegernos de todo malvado, psicópata o enfermo mental y debe reforzarse con medidas de justicia y valores humanos, jamás debemos actuar como animales irracionales. El artículo 15 de la Constitución Española prohíbe “penas que atenten contra la integridad física”. Nunca “el ojo por ojo y el diente por diente” dio buen resultado. Medidas preventivas, de protección, educación y formación son las mejores fórmulas. No me sirven, ni deben usarse métodos, ni manifestaciones populistas como las del señor Sarkozy presidente de Francia.

ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS