15.5.06
LA CULTURA OLVIDADA
Considero y admiro al señor Lluis Permanyer por ser un magnífico escritor, opinador y cronista de hechos pasados. He leído un magnífico artículo donde denuncia la pérdida para la ciudad de Barcelona de una gran y única colección. Cuenta que el señor Joseph Estruch Cumella heredó de su padre, político y fundador del Banco de Barcelona, una fabulosa colección que el finado había atesorado en el transcurso de los años. Se trataba de una colección de más de 2000 piezas de artillería, armas antiguas, cartaginesas, romanas, cascos de diversos ejércitos y las espadas de San Martín y del caballero Vilardell. Caído en desgracia el señor Estruch quiso vender su valiosa colección y tan solo pudo malvender 200 valiosísimo cuadros a precios irrisorios. En el año 1903 en Catalunya y España nadie pujó por la gran colección y un avispado anticuario francés llamado Georges Paillard la adquirió y se la llevó a Paris. Hoy es una de las mejores colecciones del mundo.
Suele suceder que por la estupidez del hombre, o la poca admiración o amor a la cultura, se dejen pasar grandes oportunidades. Muchas colecciones desaparecen cuando fallece el titular y la familia lo malvender y separa el conjunto que tardó años, esfuerzo y dinero reunir un pequeño o gran universo. En el Castillo de Monjuic esta colección hubiera sido la admiración de propios y extraños, unida a la actual que es excelente, y conste que a mí no me van las armas, pero esto no es la guerra, esto es mostrar la paz en los museos.
Esto mismo le sucede a muchos coleccionistas que ofrecen sus obras, trabajos y colecciones a diferentes instituciones y estas te dan con la puerta en las narices, como le sucedió a mi amigo Manuel Sartí, el mejor anticuario y coleccionista de temas de escritura y titular del Museo de la Escritura, que se cansó ( y me cansé) de ofrecerla a diversas instituciones, más de 12.000 piezas de escritura diversa de todo el mundo, con un valor de más de 200 millones, quizás la mejor de todo el mundo, y un mal día se lo llevó todo a Francia. Compró un hotelito, lo transformó e invitó a todo coleccionista ha hacer lo mismo, porque en Francia, aún se valora la cultura del tipo que sea.
Por la dejadez del ser humano, como dice Sartí, se quemó la biblioteca de Alejandría, grandes bibliotecas en oscuros monasterios desaparecieron, fray Diego de Landa quemó todos los textos y códices mayas, porque olían a Satanás, toda la milenaria sabiduría azteca, olmeca y atlante la destruyeron los sacerdotes españoles, y las hordas de Hitler quemaron libros judíos en grandes piras, y en varios museos se entró como Atila, arrasando y destruyendo, como Bagdad se cometieron robos, destrozos y expolios. ¿Qué puedo decir? ¿Qué somos unos burros, unos imbeciles o unos incultos?. ¿Pero quienes, nosotros o los políticos de turno?. Esta es la cuestión.
Abraham Méndez Ramos
Director Museo del Escritor
Roda de Barà(Tarragona)
Suele suceder que por la estupidez del hombre, o la poca admiración o amor a la cultura, se dejen pasar grandes oportunidades. Muchas colecciones desaparecen cuando fallece el titular y la familia lo malvender y separa el conjunto que tardó años, esfuerzo y dinero reunir un pequeño o gran universo. En el Castillo de Monjuic esta colección hubiera sido la admiración de propios y extraños, unida a la actual que es excelente, y conste que a mí no me van las armas, pero esto no es la guerra, esto es mostrar la paz en los museos.
Esto mismo le sucede a muchos coleccionistas que ofrecen sus obras, trabajos y colecciones a diferentes instituciones y estas te dan con la puerta en las narices, como le sucedió a mi amigo Manuel Sartí, el mejor anticuario y coleccionista de temas de escritura y titular del Museo de la Escritura, que se cansó ( y me cansé) de ofrecerla a diversas instituciones, más de 12.000 piezas de escritura diversa de todo el mundo, con un valor de más de 200 millones, quizás la mejor de todo el mundo, y un mal día se lo llevó todo a Francia. Compró un hotelito, lo transformó e invitó a todo coleccionista ha hacer lo mismo, porque en Francia, aún se valora la cultura del tipo que sea.
Por la dejadez del ser humano, como dice Sartí, se quemó la biblioteca de Alejandría, grandes bibliotecas en oscuros monasterios desaparecieron, fray Diego de Landa quemó todos los textos y códices mayas, porque olían a Satanás, toda la milenaria sabiduría azteca, olmeca y atlante la destruyeron los sacerdotes españoles, y las hordas de Hitler quemaron libros judíos en grandes piras, y en varios museos se entró como Atila, arrasando y destruyendo, como Bagdad se cometieron robos, destrozos y expolios. ¿Qué puedo decir? ¿Qué somos unos burros, unos imbeciles o unos incultos?. ¿Pero quienes, nosotros o los políticos de turno?. Esta es la cuestión.
Abraham Méndez Ramos
Director Museo del Escritor
Roda de Barà(Tarragona)
# posted by ABRAHAM MENDEZ @ 2:42 p. m. 
