CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

Creo que las descalificaciones al escritor Günter Grass son desmesuradas Se le quiere retirar los premios, el Nobel, eliminar su nombre del monumento en la Pza. de Berlín y condenarlo al ostracismo. El mismo ha confesado, aunque tarde, que en su juventud y llevado por el ardor patrio de la época Hitleriana fue reclutado para la causa nazi. Un joven con 17 años como la mayoría siguieron a un mesiánico, un loco que provocó una guerra mundial y un holocausto con millones de inocentes muertos. Grass siguió al líder como millones de alemanes. También el Papa actual, Joseph Ratzinger, fue miembro de las juventudes Hitlerianas.

En España también muchos jóvenes se apuntaron a la División Azul para luchar contra el comunismo y otros contra la República, provocando una guerra civil por seguir a otro iluminado. Tengo buenos amigos que fueron del frente de juventudes, a campamentos y cantaron el Cara al Sol y no por eso dejan de ser excelentes personas. Muchas personas, políticos concretamente, militaron y comulgaron con el régimen dictatorial, algunos se dieron cuenta de su error y rectificaron sus posiciones. Como la cebolla tenemos muchas capas y las malas se han de ir eliminando.

Günter Grass hizo público el tema después de 60 años, con gran arrepentimiento y pesar. Pero en nuestra sociedad aún hay muchos fariseos y camuflados que niegan su pasado. Tire la primera piedra... No creo que toda esta polémica sea una promoción para vender millones de ejemplares de su libro “Pelando la cebolla”, porque eso si sería para ponerse a llorar.

Abraham Méndez Ramos
Escritor