CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

Pocos jóvenes habrán conocido a Eduardo Tarragona, que acaba de fallecer a los 89 años de edad. Don Eduardo fue un rebelde empresario y político que “comulgó” en las filas del régimen que imperaba en la época dictatorial. Fue procurador en Cortes por el Tercio familiar, donde con todas las censuras de la dictadura se permitía elegir a los representantes de la familia. Quiso ser según sus propias palabras “la voz de los sin voz”. Se le tachó de populista, demagogo y exótico. Tenía ideas como la solicitud de la “personalidad histórica de Catalunya” ¡ en aquel entonces, con la censura que había, y se te aplicaba el garrote vil por menos o te aporreaba la policía política. Reclamó una rebaja de los impuestos indirectos que gravaban a obreros y empresarios y que las familias necesitaban un salario justo.

Fue Concejal del Ayuntamiento de Barcelona, cuando ostentaron las alcaldías Joaquín Viola y Enrique Masó, y muchos lo oímos gritar por la radio y leer en la prensa que no estaba de acuerdo con muchas de las decisiones tomadas. Su frase preferida era “al pa, pa i al vi, vi” (al pan, pan y al vino, vino”, así era de contundente y claro. Es seguro que si le hubieran hecho caso en algunos temas Barcelona sería hoy lo que se pretende: una ciudad para los ciudadanos. Aquí si que habían 3% o más. Con su personalidad y grandes mostachos ejercía de defensor de causas perdidas. En las primeras elecciones democráticas de 1977 y ante la cantidad de nuevas siglas pre-democráticas, pro-franquistas y desconocidas Don Eduardo Tarragona Corbella (Balaguer 1917) se presentó como independiente, tuve el honor de acudir a su llamada y fui su representante en la Mesa de votaciones, en el colegio M. Girona. Por desgracia no salió elegido y se diluyeron sus esperanzas e inquietudes por un mundo mejor. Fue un rebelde con causa, al que pocos admiraron y entendieron. Con mi respeto y sentido pésame.

ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS
Empresario y escritor