18.4.07

 

EN EL FONDO DEL MAR….

Si pudiéramos investigar los fondos marinos, encontraríamos autenticas maravillas de todas las épocas. El ser humano en algún momento dado tomó su barca y se adentró en la incertidumbre del inmenso mar, en el proceloso océano. En el transcurso de esos viajes de allende los mares los hombres y sus embarcaciones se encontraron con grandes tormentas, olas gigantescas y enormes animales marinos. Sucumbieron y sus pertenencias quedaron en el fondo del mar. Los piratas hundieron decenas de barcos, las batallas en los mares además de los cañonazos entre barcos, fueron por las tempestades. Las modernas guerras con sus acorazados, portaaviones, submarinos y otras especies también contribuyeron a llenar el fondo marino. Se perdieron miles de vidas humanas y grandes tesoros que permanecerán ocultos por los siglos de los siglos, conservando parte de la historia de la humanidad.

Pero en el “fondo del mar, materile, rile, rile…” no solamente hay viejos barcos o mascarones de Neptuno o de Ulises y que adorables sirenas guardan fielmente los tesoros. El mar ha recibido basuras y desperdicios desde siempre. Se nos aconseja no arrojar nada por la contaminación, y nada de plásticos porque no se destruyen y los animales marinos se los tragan y luego mueren con atroces dolores. Se exige no provocar vertidos tóxicos, ni detritus, ni chapapotes. Hace casi 20 años que hice una fotografía, que mereció una exposición, en Empuriabrava-Castelló d´Empúries (Girona), en la misma recogía que unos 500 viejos neumáticos se estaban sacando de los hermosos canales artificiales. Hoy me sorprendo nuevamente con una noticia que dice que en Florida (EE.UU.) desde el año 1972 se emplearon hasta dos millones de neumáticos viejos y usados de coches para formar arrecifes artificiales. Ahora se han dado cuenta del desastre ecológico causado. Los neumáticos están rotos, desperdigados y contaminando las playas y los arrecifes naturales. Una campaña ecologista concienciará de la retirada urgente de estos materiales. Lástima que no se hubiera adaptado el método español de “arrecifes artificiales” que ideó y pasó a libro mi buen amigo el profesional de la mar José María Asensio de El Far de Barcelona. La cancioncilla empezaba con: ¿Dónde están las llaves... materile, rile, ron, chimpón…” ¿ Efectivamente donde están las llaves?

ABRAHAM MÉNDEZ

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