31.12.07
Carta nº- 1625-PARTIDOS "PEZQUEÑIQUES"
PARTIDOS “PEZQUEÑIQUES”:
Soy partidario de no dar a la lista más votada el poder del pueblo. Nos podemos encontrar que una formación alcance, por ejemplo, un 40% de votos y entre el resto de partidos logre el 60%, y que unificando ideas, proyectos y voluntades pueden gobernar. Es por ello que los pequeños partidos tienen su poder, son una balanza. En Cataluña gobierna PSC, ERC e ICV, los tres de ideología de izquierda, progresista. Aunque ERC mantiene su separatismo de España, estando en el gobierno debe someterse a sus socios. No debe aprovecharse de los cargos para ningún tipo de reivindicación, todas deben ser consensuadas. Ese tipo de exigencias se deben hacer desde el interior de los partidos.
Han aparecido en el “mercado político” dos nuevos partidos Ciudadanos C´s de Albert Rivera exPP y UPD (Unión Progresista Democrática) de la díscola Rosa Díez, exPSOE. Son dos “pezqueñiques” que pretenden saborear el poder. C´s lo logró al conseguir 3 representantes en el Parlamento Catalán. Las luchas internas por el poder han hecho de C´s una “corriente un tanto rara” y UPN de reciente creación ya pide dinero a sus simpatizantes. Creo que ambos partidos se han equivocado. Dicen que son de izquierdas, progresistas y democráticos. Pero no unen fuerzas para crear una formación creíble. Un político llamado Damborenea creó la “tercera corriente”, intentaba desde dentro del mismo partido frenar, aportar, solucionar y controlar el interior del pez grande. El señor Damborenea debió tener un cortocircuito mental, porque jamás se supo nada más de él. El voto directo a la persona, tampoco es muy práctico, salvo que dentro de la elección de las siglas del partido elijas al político deseado, en listas abiertas.
Lo mismo se puede aplicar a las derechas, las uniones ideológicas, aunque con discrepancias pueden conllevarse. En la ultra-derecha está la formación de Blas Pinar, Fuerza Nueva, la Falange y otras siglas puras y duras, que quieren una vuelta a regimenes pasados, a viejas glorias, a imposiciones por la fuerza y no soluciones pacíficas y de hermandad. Son las viejas guardias de camisa negra y cara al sol, que perjudican al Partido Popular, conservador de derecha, que pretende centrarse y que engloba todos esos pensamientos pero con moderación, diálogo y acuerdos. Salvo los agrios mensajes catastrofistas de Zaplana y Acebes. Está claro que las pequeñas formaciones, pezqueñiques, se auto-votan y quitan votos a los partidos ballena y con los sufragios que logran, si llegan al mínimo exigido, podrán alcanzar el poder y equilibrar el poder. Todo dentro de una democracia y sin violencias. Bienvenidos sean todas la ideologías y partidos, pero los votos ciudadanos que logren, si no consiguen ninguna representación estos deberían pasar sus votos a la fuerza que ellos quieran, previo pacto. Así sumarían y no restarían y el pueblo seguro daría su conformidad. Hay millones de votos que se pierden en pequeños partidos, sin ninguna utilidad. Es lo que se llama el voto útil, pero en este caso desde otra formación-control.
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS–Escritor-
Soy partidario de no dar a la lista más votada el poder del pueblo. Nos podemos encontrar que una formación alcance, por ejemplo, un 40% de votos y entre el resto de partidos logre el 60%, y que unificando ideas, proyectos y voluntades pueden gobernar. Es por ello que los pequeños partidos tienen su poder, son una balanza. En Cataluña gobierna PSC, ERC e ICV, los tres de ideología de izquierda, progresista. Aunque ERC mantiene su separatismo de España, estando en el gobierno debe someterse a sus socios. No debe aprovecharse de los cargos para ningún tipo de reivindicación, todas deben ser consensuadas. Ese tipo de exigencias se deben hacer desde el interior de los partidos.
Han aparecido en el “mercado político” dos nuevos partidos Ciudadanos C´s de Albert Rivera exPP y UPD (Unión Progresista Democrática) de la díscola Rosa Díez, exPSOE. Son dos “pezqueñiques” que pretenden saborear el poder. C´s lo logró al conseguir 3 representantes en el Parlamento Catalán. Las luchas internas por el poder han hecho de C´s una “corriente un tanto rara” y UPN de reciente creación ya pide dinero a sus simpatizantes. Creo que ambos partidos se han equivocado. Dicen que son de izquierdas, progresistas y democráticos. Pero no unen fuerzas para crear una formación creíble. Un político llamado Damborenea creó la “tercera corriente”, intentaba desde dentro del mismo partido frenar, aportar, solucionar y controlar el interior del pez grande. El señor Damborenea debió tener un cortocircuito mental, porque jamás se supo nada más de él. El voto directo a la persona, tampoco es muy práctico, salvo que dentro de la elección de las siglas del partido elijas al político deseado, en listas abiertas.
Lo mismo se puede aplicar a las derechas, las uniones ideológicas, aunque con discrepancias pueden conllevarse. En la ultra-derecha está la formación de Blas Pinar, Fuerza Nueva, la Falange y otras siglas puras y duras, que quieren una vuelta a regimenes pasados, a viejas glorias, a imposiciones por la fuerza y no soluciones pacíficas y de hermandad. Son las viejas guardias de camisa negra y cara al sol, que perjudican al Partido Popular, conservador de derecha, que pretende centrarse y que engloba todos esos pensamientos pero con moderación, diálogo y acuerdos. Salvo los agrios mensajes catastrofistas de Zaplana y Acebes. Está claro que las pequeñas formaciones, pezqueñiques, se auto-votan y quitan votos a los partidos ballena y con los sufragios que logran, si llegan al mínimo exigido, podrán alcanzar el poder y equilibrar el poder. Todo dentro de una democracia y sin violencias. Bienvenidos sean todas la ideologías y partidos, pero los votos ciudadanos que logren, si no consiguen ninguna representación estos deberían pasar sus votos a la fuerza que ellos quieran, previo pacto. Así sumarían y no restarían y el pueblo seguro daría su conformidad. Hay millones de votos que se pierden en pequeños partidos, sin ninguna utilidad. Es lo que se llama el voto útil, pero en este caso desde otra formación-control.
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS–Escritor-