13.12.07
INJUSTICIAS DEL MUNDO (1)
Cierto es que cometemos muchas injusticias. El 80% del mundo sufre las injusticias en todos los órdenes que puedas imaginar. Durante siglos muchos pueblos han sido sometidos a la oligarquía, la dictadura, el poder de las armas. Aunque sea repetitivo jamás me cansaré de de ponerlo en evidencia y de denunciarlo con la fuerza de mi pluma. Hay países ricos que por culpa de sus gobernantes sus ciudadanos siempre serán unos desgraciados, injustamente tratados. En Hispanoamérica se está produciendo una gran transformación. Cuando Cuba hizo su revolución y echo al dictador de turno, a muchos nos pareció bien. Triunfó un movimiento social y reivindicativo contra la corrupción del poder, contra las injusticias y las enormes diferencias económicas. Parecía que ese movimiento daría libertad a su pueblo, que podría dirigir su propio destino. Pero no fue así.
Fidel Castro y su secuaces se enrocaron en su Cuba, y se asociaron a la U.R.S.S. Un país que exportaba un comunismo rancio, arcaico y utópico que después de 70 años de barbaridades desapareció. Las ayudas, las dádivas, las compras de café a precios millonarios, los regalos y las prebendas se acabaron con la caída del Muro de Berlín, con el fin del comunismo. Sólo por lograr el poder universal y colocar unos misiles mirando a EE.UU, se ayudó a Cuba, luego fue abandonada a su mala suerte. La Isla sigue sometida a un régimen autocrático, con un poder militar y controles de la población que no dejan respirar ni prosperar al pueblo cubano, al pueblo hermano. Las personas no son libres, deben hacer lo que el gran jefe ordena y manda. Mantienen la mente cerrada a los cubanos y desde niños te lavan el cerebro, solo deben venerar al “salvador de la patria”. Desde las escuelas te forman en la obediencia a la causa y llevan 50 años. En nuestra casa el otro dictador se mantuvo 40 años. La experiencia, el balance final son todas las asignaturas pendientes y las injusticias que cometen los sátrapas.
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS
Fidel Castro y su secuaces se enrocaron en su Cuba, y se asociaron a la U.R.S.S. Un país que exportaba un comunismo rancio, arcaico y utópico que después de 70 años de barbaridades desapareció. Las ayudas, las dádivas, las compras de café a precios millonarios, los regalos y las prebendas se acabaron con la caída del Muro de Berlín, con el fin del comunismo. Sólo por lograr el poder universal y colocar unos misiles mirando a EE.UU, se ayudó a Cuba, luego fue abandonada a su mala suerte. La Isla sigue sometida a un régimen autocrático, con un poder militar y controles de la población que no dejan respirar ni prosperar al pueblo cubano, al pueblo hermano. Las personas no son libres, deben hacer lo que el gran jefe ordena y manda. Mantienen la mente cerrada a los cubanos y desde niños te lavan el cerebro, solo deben venerar al “salvador de la patria”. Desde las escuelas te forman en la obediencia a la causa y llevan 50 años. En nuestra casa el otro dictador se mantuvo 40 años. La experiencia, el balance final son todas las asignaturas pendientes y las injusticias que cometen los sátrapas.
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS