CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

Jesucristo proclamó el amor entre los seres humanos, además intentó cambiar su mundo de dominios físicos, mentales, terrenales y religiosos. Opino que fue el primer socialista de la historia. Sus ideas revolucionarias, progresistas, innovadoras y sus nuevos y desconocidos mensajes, conmocionaron a una sociedad. Pueblos que estaban sometidos por el poder de las armas, el religioso, el hambre y la incultura de sus gentes despertaron de un letargo de milenios. Jesús se reveló contra los sacerdotes del templo, contra las injusticias, contra todo abuso y proclamó la libertad del ser humano, de cualquier calidad o condición. Quiso que todos los hombres fuéramos iguales en derechos y deberes. Los apóstoles interpretaron las vivencias y parábolas de Jesús como pudieron sus escasos recursos filosóficos, literarios y humanísticos, según los textos bíblicos heredados. El hombre actual adaptó a su conveniencia los mensajes recibidos de los libros sagrados. Los cismas y los teólogos discrepantes se han sucedido en el transcurso de los tiempos.

Parece que algún sector de la sociedad no admite que una persona sea un buen socialista y además un buen cristiano, seguidor de las parábolas de Jesús. El señor José Bono, ex ministro, se confiesa cristiano con orgullo, y el señor Vázquez, ex alcalde de La Coruña está como Embajador en la Santa Sede en el Vaticano y se siente pleno al proclamar que profesa el cristianismo. Otra cosa muy diferente, creo, es ser católico, apostólico y romano. Por ello me extraña que un político, incluso comunista, verde, ecologista o radical no pueda seguir los mandatos de Jesucristo. El caso de la señora Mercedes Aroz del Partido Socialista Catalán, Senadora por Barcelona, que se retirará de la política porque se ha convertido al cristianismo y algunas propuestas socialistas “chocan frontalmente con la ética cristiana…mi actual compromiso cristiano me ha llevado a discrepar de determinadas leyes de Gobierno…la libertad religiosa reclama el respeto del hecho religioso, frente a un intento de imponer el laicismo…” Creo que esta señora se ha hecho una empanada mental y confunde muchos términos. Mezcla churras con merinas. La religión es una elección libre, el pensamiento no puede estar condicionado, ni impuesto por ninguna religión. Se puede ser un gran socialista y un gran seguidor de la palabra de Jesucristo. El pueblo precisa de ayudas y protección en todos los órdenes a través de sus representantes políticos y sociales, la religión tiene sus mecanismos para actuar de la misma forma. Esta señora debería conocer la famosa frase que pronunció Jesús: Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS