CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

Un magnífico y docto artículo del Catedrático señor Francesc de Carreras, critica al Estado paternalista que pretende guiarnos en lo bueno y en lo malo, sobre lo que nos conviene y lo que debemos o no hacer, como el “erre que erre” de un pesado padre. Aboga, al parecer, el señor Carreras por un Estado liberal, aunque este no sea igualitario, ni democrático. Mi padre estuvo en Francia viviendo durante 7 años (1930/37) y me inculcó la “libertad, igualdad y fraternidad” que eran los pilares de un Estado social, liberal y democrático. En España el Estado dictatorial duró 40 años y nos privó de toda apertura mental y nos dejó muchas asignaturas pendientes. Jamás creí en un Estado social puro y duro como el comunista de la U.R.S.S., de Cuba, Corea... ni tampoco creo en los Estados paternalistas que quieren ser Venezuela, Ecuador y Bolivia Y menos cuando detrás hay demagogos salvadores de libertades, que imponen a sus pueblos sus egolatrías, cierre de informativos, poder del petróleo y temor a las armas nucleares, como también sucede en Estados islámicos y represivos de derechos fundamentales como ocurre en Irán y otros países.

Creo que un Estado debe ser social, liberal y democrático. Debe guiar en la búsqueda de lo mejor para todos, aunque sea imponiendo medidas impopulares: “no bebas, no corras, lee, no defraudes, cuida la naturaleza, no malgastes agua, recicla… La escuela debe enseñar educación, fuera de religiones, para preparar intelectual y profesionalmente el futuro de los estudiantes. La juventud es el futuro y deben estar bien formados y preparados. Y en el seno de la familia se debe seguir aprendiendo los valores del amor, compasión, generosidad, tolerancia, respeto… En la convivencia diaria, en la calle, con los amigotes o en el trabajo ya aprenderás lo negativo o positivo y lo duro o lo plácido de la vida.

Apuesto por los Estados Federales que pueden aportarnos “libertad, igualdad o “merde de chat” (mierda de gato) que decía mi padre, porque tampoco los franceses estaban por muchas “fraternidades” (hermandades). Quizás por eso nuestro actual Gobierno ha contratado 14 sabios extranjeros, con diferentes visiones sociales, culturales y políticas para aleccionarnos a los “40 millones de sabios españoles” que no damos con la fórmula magistral del Estado del Bienestar.

ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS