5.12.07
MAHOMA Y JESÚS
MAHOMA Y JESÚS:
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Mira si son raros los musulmanes que han condenado a una profesora a 40 latigazos y prisión, luego permutada por la deportación, por dejar que sus alumnos pusieran el nombre del venerado profeta Mahoma a un osito de peluche. Los niños, dado que el nombre de Mahoma les suena bien y siempre lo tienen presente en sus oraciones, lo eligieron infantilmente para aplicarlo a un inocente muñequito infantil. Las acusaciones contra la profesora son “insultar al Islam, incitar al odio y desprecio por esta religión”. Un absurdo como todo lo que lleva a los extremos radicales, la ultra religión y a los islamistas intransigentes.
Si la religión católica prohibiera el nombre de Jesús, el verdadero profeta, es seguro que millones de seres humanos deberían cambiar su nombre. Jesús, como sabemos, murió en la cruz después de ser martirizado por proclamar la paz, ofrecer la otra mejilla, la tolerancia, los sentimientos, la defensa de los valores humanos, en definitiva el amor entre las personas. De esto hace 2000 años. Nuestra sociedad ha avanzado mucho en estos aspectos, aunque siguen habiendo muchas carencias y muchos cristianos que no pregonan el mensaje de Jesús. Pero los árabes, el mundo islámico, sigue anclado en un pasado, no han evolucionado y ha interpretado el Corán a la necesidad de cada persona. Siguen como hace 1200 años cuando Mahoma, que fue camellero y guerrero, tuvo una revelación y se convirtió en guía espiritual y conquistador de todo el mundo árabe. Unió las desorientadas y bélicas tribus bajo un solo Dios, Alá, y en su bandera puso el símbolo de la media Luna. Opino que fue una religión inventada, tomada y mezclada con las sagradas escrituras de la incipiente Biblia y de otros textos religiosos de entonces.
Espero que los musulmanes no me traten de blasfemo, de atacar una religión que practican más de 1000 millones de creyentes, solo confío no provoque ninguna fatwua, venganza, que no me persigan para asesinarme o azotarme, por quitar importancia a que unos niños pongan a un muñequito el nombre de Mahoma el profeta del Corán. Casi que se les debe felicitar, porque los buenos seguidores del Islam tendrían que pensar, que todo el que lleve ese sagrado nombre lo glorifica, ensalza y rememora, al igual que la sagrada Biblia lo hace con el nombre de Jesús.
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS
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Mira si son raros los musulmanes que han condenado a una profesora a 40 latigazos y prisión, luego permutada por la deportación, por dejar que sus alumnos pusieran el nombre del venerado profeta Mahoma a un osito de peluche. Los niños, dado que el nombre de Mahoma les suena bien y siempre lo tienen presente en sus oraciones, lo eligieron infantilmente para aplicarlo a un inocente muñequito infantil. Las acusaciones contra la profesora son “insultar al Islam, incitar al odio y desprecio por esta religión”. Un absurdo como todo lo que lleva a los extremos radicales, la ultra religión y a los islamistas intransigentes.
Si la religión católica prohibiera el nombre de Jesús, el verdadero profeta, es seguro que millones de seres humanos deberían cambiar su nombre. Jesús, como sabemos, murió en la cruz después de ser martirizado por proclamar la paz, ofrecer la otra mejilla, la tolerancia, los sentimientos, la defensa de los valores humanos, en definitiva el amor entre las personas. De esto hace 2000 años. Nuestra sociedad ha avanzado mucho en estos aspectos, aunque siguen habiendo muchas carencias y muchos cristianos que no pregonan el mensaje de Jesús. Pero los árabes, el mundo islámico, sigue anclado en un pasado, no han evolucionado y ha interpretado el Corán a la necesidad de cada persona. Siguen como hace 1200 años cuando Mahoma, que fue camellero y guerrero, tuvo una revelación y se convirtió en guía espiritual y conquistador de todo el mundo árabe. Unió las desorientadas y bélicas tribus bajo un solo Dios, Alá, y en su bandera puso el símbolo de la media Luna. Opino que fue una religión inventada, tomada y mezclada con las sagradas escrituras de la incipiente Biblia y de otros textos religiosos de entonces.
Espero que los musulmanes no me traten de blasfemo, de atacar una religión que practican más de 1000 millones de creyentes, solo confío no provoque ninguna fatwua, venganza, que no me persigan para asesinarme o azotarme, por quitar importancia a que unos niños pongan a un muñequito el nombre de Mahoma el profeta del Corán. Casi que se les debe felicitar, porque los buenos seguidores del Islam tendrían que pensar, que todo el que lleve ese sagrado nombre lo glorifica, ensalza y rememora, al igual que la sagrada Biblia lo hace con el nombre de Jesús.
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS