5.12.07
OTRA VEZ “PEREJIL"
Entre Marruecos y España no existe “buen rollo”, ni buena vecindad, ni entre nuestros respectivos Reyes, Juan Carlos y Mohamed, no son hermanos tan nobles como parece. Creo que no podemos considerarnos “migos del moro”. Cuando Marruecos no era una Nación y estaba llena de tribus disgregadas por las montañas, España era dominadora de muchos de esos lugares, protectora de otros y por derecho propio “con sus reales” implantados en Ceuta, Melilla, Chafarinas, Perejil… Eran “tierras de nadie” que no interesaban y eran espacios abandonados a su suerte. Muchos españoles derramaron su sangre y el costo económico de mantener, culturizar y ayudar al pueblo Saharaui, acabó con la Marcha Verde, que el Monarca Hassan II provocó. La libertad quedó cortada y entre varios frentes, donde ni las diferentes resoluciones ofrecen la solución definitiva, que es la autonomía plena o independencia de ese sufrido pueblo, con respeto a todos sus legítimos derechos. Los árabes estuvieron en España 800 años el Al Andalus (Andalucía). Luego en España no se ponía el sol, pero marchó, abandonó y salió por las armas, en sangrientas revueltas, de decenas de lugares, como Cuba, Filipinas y muchas provincias de ultramar. Es posible que nuestros Reyes y políticos no supieran gestionar bien las relaciones hermanas o amigas. Intereses económicos, militares y religiosos son los culpables en la mayoría de los casos. Eso ocurrió hace siglos, aunque siempre hay el cabezón de turno que lo recuerda para incordiar.
España es el mayor receptor de emigrantes marroquíes y la cruzan millones desde Europa, en cambio nunca tenemos buenas relaciones con el “moro amigo”. Los problemas diplomáticos, de la pesca, las inversiones empresariales, el pueblo Saharaui, las drogas, los guetos en ciudades y pueblos, las mezquitas, falsos profetas que engañan a los jóvenes para que se unan al terrorismo. Con todo ello creo que el moro, con todo respeto, no es amigo nuestro y solo busca una dominación soterrada, su interés y no el común de dos países que deberían entenderse. La prueba del algodón es que, el presidente de la Comisión de Amistad de los Senadores de España y Marruecos, el marroquí señor Yahya Yahya ha convocado una manifestación para asaltar el islote de Perejil para el día 10 de diciembre, con el beneplácito o el silencio de las máximas autoridades. Entiende que es un “territorio” ocupado. La piedra, porque es un simple terruño, saltó a la fama cuando un grupo de soldados la “conquistó y asustó a la cabra”, pero gracias al “fuerte viento de levante” reconquistamos ese estratégico, inmenso y rico territorio. Está claro que si un “amigo” se quiere apropiar de lo tuyo a la brava y a capa y espada, no es un amigo es un aprovechado que quiere sacar tajada de “a río revuelto”. Con lo fácil que es dialogar, pactar, acordar, intercambiar…
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS
España es el mayor receptor de emigrantes marroquíes y la cruzan millones desde Europa, en cambio nunca tenemos buenas relaciones con el “moro amigo”. Los problemas diplomáticos, de la pesca, las inversiones empresariales, el pueblo Saharaui, las drogas, los guetos en ciudades y pueblos, las mezquitas, falsos profetas que engañan a los jóvenes para que se unan al terrorismo. Con todo ello creo que el moro, con todo respeto, no es amigo nuestro y solo busca una dominación soterrada, su interés y no el común de dos países que deberían entenderse. La prueba del algodón es que, el presidente de la Comisión de Amistad de los Senadores de España y Marruecos, el marroquí señor Yahya Yahya ha convocado una manifestación para asaltar el islote de Perejil para el día 10 de diciembre, con el beneplácito o el silencio de las máximas autoridades. Entiende que es un “territorio” ocupado. La piedra, porque es un simple terruño, saltó a la fama cuando un grupo de soldados la “conquistó y asustó a la cabra”, pero gracias al “fuerte viento de levante” reconquistamos ese estratégico, inmenso y rico territorio. Está claro que si un “amigo” se quiere apropiar de lo tuyo a la brava y a capa y espada, no es un amigo es un aprovechado que quiere sacar tajada de “a río revuelto”. Con lo fácil que es dialogar, pactar, acordar, intercambiar…
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS