5.12.07
LA POBREZA
Se está denunciando por enésima vez la pobreza que asola a muchos seres de nuestro rico planeta. Dos mil millones de seres humanos viven por debajo del nivel de la miseria más absoluta. Está claro que todo está mal repartido. Aunque creo que muchos podían no estar o salir de esa precariedad aplicando recursos lógicos. La educación, la formación, el esfuerzo, la superación, la preparación física y psíquica, es decir contenido y continente es lo que forma y conforma a la persona. Según el interés o dejadez demostrados en los primeros años de estudios y enseñanzas marcará la vida futura. La educación, guía y consejos de los padres, familiares o profesores será vital en el inicio de los valores que tomará como ejemplo el niño o niña. El camino se puede torcer en la vida, tener dificultades y malos golpes de fortuna, pero una persona preparada afrontará mejor los obstáculos y los podrá superar. El odio, la envidia, el rencor, la rabia de estar en una sociedad que no te comprende, no hacen triunfar en la vida, al contrario te hunden más. Una persona capacitada busca la comunicación, el intercambio cultural, la apertura de pensamiento, el trabajo para salir de algún negro túnel.
Para que una persona adquiera educación, formación, estudios y preparación para la vida en general, lo primero que ha de tener es suerte, el privilegio de nacer en un lugar apropiado. Donde sus gobernantes se preocupen por su pueblo y crean en sus gentes. Dirigentes que además de honestos, deben ser personas capacitadas y no “golpistas del poder”. Deben proveer a sus ciudadanos de escuelas, fábricas, centros de trabajo, universidades, empresas, laboratorios y todo lo que la época moderna nos ha dado a los humanos. Todo ayuda a formar a la persona y lo puede sacar de la miseria, de la pobreza moral, intelectual y del hambre física. Está claro que además del propio interés por superarse, los poderes de turno del lugar donde naciste marcarán el porvenir. Amigos, discotecas, alcohol, juergas, desobediencias, drogas, trampas, ruido de cuchillos, de pistolas, de agresiones, se deben poner en la balanza y saber elegir. La sociedad tienta con todo, pero uno debe saber donde está el bien del mal, la pobreza o la riqueza, el amor o el odio Esas desgracias jamás debes pagarlo con los hijos, padres o esposa es de una bajeza moral descargar en esas, antes queridas personas, el fruto de tus propios fracasos.
Los poderes y dirigentes políticos, militares, religiosos o empresariales deben obligatoriamente preocuparse por el ser humano, por ese compatriota, que muchas veces debe emigrar en busca del pan, el trabajo y la libertad, empeñándose y abandonando familias y todo su entorno étnico, la herencia de su tierra. Si una persona está formada, no necesariamente llegará a ser rico o millonario, si lo logra mejor, pero lo más importante es que no caiga en la depresión de la pobreza más absoluta por su propia culpa o empujada por la sociedad. Pero si cae siempre hay ventanas abiertas, asociaciones, entidades humanitarias que te ofrecerán una mano para salir adelante. El desprecio del ser humano contra estos desheredados raya la locura, solo recordar el asesinato de una infeliz mujer que dormía en un cajero. Piensa que por el egoísmo humano pocos te ayudarán en tus caídas, porque ese futuro solo depende de uno mismo.
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS
Para que una persona adquiera educación, formación, estudios y preparación para la vida en general, lo primero que ha de tener es suerte, el privilegio de nacer en un lugar apropiado. Donde sus gobernantes se preocupen por su pueblo y crean en sus gentes. Dirigentes que además de honestos, deben ser personas capacitadas y no “golpistas del poder”. Deben proveer a sus ciudadanos de escuelas, fábricas, centros de trabajo, universidades, empresas, laboratorios y todo lo que la época moderna nos ha dado a los humanos. Todo ayuda a formar a la persona y lo puede sacar de la miseria, de la pobreza moral, intelectual y del hambre física. Está claro que además del propio interés por superarse, los poderes de turno del lugar donde naciste marcarán el porvenir. Amigos, discotecas, alcohol, juergas, desobediencias, drogas, trampas, ruido de cuchillos, de pistolas, de agresiones, se deben poner en la balanza y saber elegir. La sociedad tienta con todo, pero uno debe saber donde está el bien del mal, la pobreza o la riqueza, el amor o el odio Esas desgracias jamás debes pagarlo con los hijos, padres o esposa es de una bajeza moral descargar en esas, antes queridas personas, el fruto de tus propios fracasos.
Los poderes y dirigentes políticos, militares, religiosos o empresariales deben obligatoriamente preocuparse por el ser humano, por ese compatriota, que muchas veces debe emigrar en busca del pan, el trabajo y la libertad, empeñándose y abandonando familias y todo su entorno étnico, la herencia de su tierra. Si una persona está formada, no necesariamente llegará a ser rico o millonario, si lo logra mejor, pero lo más importante es que no caiga en la depresión de la pobreza más absoluta por su propia culpa o empujada por la sociedad. Pero si cae siempre hay ventanas abiertas, asociaciones, entidades humanitarias que te ofrecerán una mano para salir adelante. El desprecio del ser humano contra estos desheredados raya la locura, solo recordar el asesinato de una infeliz mujer que dormía en un cajero. Piensa que por el egoísmo humano pocos te ayudarán en tus caídas, porque ese futuro solo depende de uno mismo.
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS