CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

No soy campesino, ni agricultor, es más no tengo ni idea de plantar ni un tomate, no sé ni regar y es seguro que los surcos de la escritura, con mi modesta herramienta de escribir me pueden salir torcidos, pero me atrevo a escribir sobre flores, capullos y arbolillos. A veces también escribo de lo divino y de lo humano, a decir de muchos.

Cuando dos enamorados paseando por un hermoso prado, aunque lleno de abrojos, deshojan una margarita, un trío no puede o no debe, cada hojita arrancada es un sí o un no, así sucesivamente hasta el último pétalo. Si sale sí es que te quieren locamente, si sale no es que tu amado(a) no te merece y debes dejarlo porque es seguro que te amargará la vida mientras dure la alianza. Esta flor no es como el signo del trébol, que dicen de la buena suerte. O cuando uno se cuelga dos cerezas unidas en la oreja para hacer reír al nieto, si son tres mejor que una, porque es más excéntrico, es más difícil.

La margarita deshojada por E.R.C. salió NO, y está claro que su consorte PSC, tenía que dejarlo, devolverle las fotos y hasta la suegra echarlo a la calle a patadas, sea novio o novia. Un novio como éste no es merecedor de ir de la mano con nadie. La margarita deshojada ha sido el Estatut de Catalunya. Aunque un tanto podada y marchita de tanto tocarla, es nuestra y a lo nuestro, si es bueno, siempre se dice SÍ. Está claro que de las 3 cerezas llamadas Maragall, Carod, Saura, una de ellas se descolgó porque estaba podrida y la fruta podrida se tira a la basura, como si a una manzana le sale un gusano, cortas por lo sano el lado malo.

Pero hasta en el último minuto el exconseller Huguet, como novia(o) despechada, ofreció un ramo de claveles, de rojos capullos, a su exnovio el conseller Castells, que no aceptó porque no eran margaritas, para volver a intentarlo. ¡ Serán berzotas!