CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

He visto al actor Pepe Rubianes en vivo y en directo unas cuatro veces y otras muchas en televisión. Sus solos en el escenario son épicos, esperpénticos, escatológicos y geniales. Sus groserías, efectivamente, muchas veces nos escandalizan y sonrojan. Al igual que en su día lo hizo Pedro Ruiz, Moncho Borrajo, etc. La historia que Rubianes se monta en escena es excelente en su fondo, aunque no lo sea tanto en su forma. Tiene razón en muchas de sus denuncias en voz alta, lo que sucede es que nuestros castos oídos, sensibilidades y prejuicios no nos deja ver más allá el mensaje que pretende, que no es otra cosa que la libertad de expresión.

No es de recibo que se le censure una obra de teatro, está claro que aún tenemos vigilantes de nuestras libertades los carcas, la derechona, los fachas, los falsos puritanos y censores franquistas, parece que lo dejaron “atado y bien atado”. No puede ser que una de las ciudades más modernas del mundo, prive a un grupo de actores de representar una obra, precisamente de un asesinado como fue el poeta Federico Gª Lorca, que pregonó las libertades de acción y de obra. Mal muy, mal señor Gallardón, parecía que había cambiado un poco al unir a dos hombres, pero parece que le han dado un toque de atención para que no sea tan liberal. Seguro que lo pagará en la urnas, el único lugar donde hay libertad de elección del político de turno. Pepe Rubianes, solamente él, puede hacer que no maten al mensajero. ¡¡Rubianes a por ellos!!


ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS
Empresario y Escritor