CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

Durante años la frase más famosa que se oyó en el deporte del tenis fue: ¡Entró, entró! Cantada por el desaparecido y magnífico periodista Juan José Castillo. En todas sus amenas retransmisiones deportivas, el locutor, justificaba la jugada con un sonoro: ¡Entró, entró! Ningún otro comentarista la utilizó con el tono y el énfasis que ponía J. J. Castillo. Valgan estas modestas líneas como homenaje a su trayectoria deportivo-periodística.

Hoy se pone en funcionamiento un artilugio, un nuevo sistema para controlar si la bola de marras entró o no, se llama Hawk Eye (Vista de Halcón), seguro que los americanos no conocían nuestra famosa frase si no la maquinita se llamaría “entró, entró”. Es un sistema televisivo que ya hemos podido comprobar su fiabilidad en televisión, que nos vuelve a recrear con la nueva jugada y vemos en una alargada sombra donde bota la dichosa pelotita. Es un sistema para comprobar si el error de los jueces o árbitros (línea o silla) benefician a uno u otro jugador y al ver la repetición se puede juzgar definitivamente la jugada. La máquina funciona al 100% con 5 milésimas de error. El ojo humano no puede detectar, a veces, los trallazos o cañonazos de algunos jugadores, por lo tanto facilita la labor.

Se han decidido a imponer el sistema, pero tan solo la usarán en los tie-break (muerte súbita) y nada más que en dos jugadas dudosas que puedan reclamar los jugadores. A muchos tenistas les parece bien la idea, pero solo Roger Federer discrepa y aboga por emplearla en todo el partido. Estoy de acuerdo con él, porque sería más ameno y los espectadores verían repetidos algunos lances del juego y sus alegrías o descontentos se verían refrendados en la pantalla en un segundo. Pero aún voy un poco más allá y dado la cantidad de millones que se juegan en las quinielas futbolísticas, el deporte rey que adolece de tantos fallos humanos, léase el Calcio italiano, se debería aplicar un sistema parecido, porque los quinielistas salimos perjudicados y aquí sí que nos jugamos nuestros cuartos, y no de final precisamente.

Abraham Méndez
Escritor-Autor del libro
Se ruego silencio:¡Esto es Tenis-ART!