CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

De tanto en tanto aparecen noticias de animales exóticos o no, que surgen en los lugares más extraños del habitat del ser humano y no del pobre animal, que sin quererlo fue sacado de su lugar de origen. Hay animales que casi se han vuelto domésticos, como los jabalíes que campan a sus anchas con sus crías por las ciudades, en busca de alimentos, chillones pájaros que se instalan en nuestros jardines y desplazan a otros autóctonos, monos que roban dentro del coche, raras especies de serpientes que salen por los lavabos y perros que nos dan unos momentos de alegrías, juegan con los niños y luego son abandonados.

Hace meses apareció en la montaña de Collcerola un caimán semi-adulto, se capturó y debe estar en el Zoo. En el río Besós de Santa Coloma de Gramanet de Barcelona se acaba de capturar otro caimán jovencito, un pobre animalito, con la carita de asustado y palpitándole el corazón de miedo, que hubiera sido muy peligroso si se hace adulto. Hay personas, por calificarlas de alguna manera, que sin escrúpulos traen animales de otras latitudes sin permiso, ni control sanitario. Cargan en sus maletas aturdidos o drogados a monos, serpientes, loros, caimanes u otros tipos de animalillos. Que son comprados clandestinamente a los traficantes que los cazan en su ambiente natural y son trasladados a la fuerza a otros Continentes. Todo está un poco revolucionado, tenemos los animales del mar que van un poco desorientados, además de las repelentes medusas, acuden a morir ballenas en playas turísticas, en las de Tarragona apareció un delfín herido por un enorme anzuelo en su estomago y en Roda de Bará se vio a una despistada raya. Y también un lagarto de más de un metro de largo, se descubrió en la urbanización Costa Dorada, la policía tuvo que intervenir tirándole una manta encima al abandonado animal.

Se maltrata a los animales con peleas, golpes, se comen perros y gatos, se usan para tirar de coches, se apalean, se les cortan sádicamente las patas a perros y a los orangutanes y elefantes a los que se desmembran cabezas, pies y manos para comerciar con ellos, y hasta sus genitales sirven de fetiches o de remedios medicinales. En países asiáticos, se dice, que te ponen un mono vivo en la mesa, asomando solo la cabecita, se la rompes con un martillo y te vas comiendo sus sesos, mientras el animal sufre horribles dolores, ante las risotadas de los caníbales comensales. En Indonesia arrancan los dientes a los monos (lemures) para que sirvan de juguete a los niños y no les muerdan. Creo que cualquiera de nosotros que conozca algún caso de maltrato a cualquier animal debería denunciarlo a la policía sea un vecino, amigo o conocido que sabemos que ha traído a uno de estos animales, sino somos culpables por omisión de auxilio frente a estos pobres, indefensos y queridos animales. La pregunta es: ¿Quiénes son más bestias?


ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS