CARTAS AL DIRECTOR - Abraham Méndez

El color negro que tan bien sienta en los trajes que usamos, resulta un color que fuera de ese contexto es negativo. En los entierros se suelen llevar vestido, zapatos, calcetines y hasta la corbata de un negro riguroso. El negro describe lo oscuro, lo tenebroso, la falta de luz, de tristeza, lo sombrío, carente de vida, de ilusión. Entre negro y blanco, casi, siempre escogerás el blanco. Hacemos chistes sobre el color negro, despreciamos lo negro y vemos a miles de emigrantes que llegan en pateras que son de color negro. Hay muchas clases de negro y en el aspecto antropológico hay morenos, negros y puro carbón, seres humanos al igual que los blancos que somos tono leche, amarillentos, blanquecinos o deslucidos, que de todo hay. Sobre el tono negro se ha escrito mucha literatura y crónicas negras y se dice que “se escribe negro sobre blanco” no en plan racista ni sexual, si no porque usas tinta negra sobre papel blanco. Eso es lo natural de la vida, el color es así y nada ni nadie puede cambiarlo.

Una acepción a ese color es el denominado “negro escritor”. Hace años se descubrió que prestigiosos escritores, catedráticos, políticos, presentadoras de TV, literatos y otros personajillos, no eran los propios autores de sus obras y las habían dado a confeccionar intelectualmente a otros profesionales de la pluma a los que llamaban “negros”. El penúltimo al que se achaca el asunto es al conocido Shakespeare, del que afirman que varios alumnos le escribían, al igual que dicen de Miguel Ángel y otros artistas no pintaban ellos. No podían con tanta obra. Tengo un amigo profesional de la lectura, que lee para el señor Sánchez Dragó. Quiero decir que, lee y relee por él, decenas de libros, marca lo importante y da una visión global de la obra, en un informe del que cobra. La sorpresa ha saltado en una entrevista, por llamarlo de alguna manera, que hizo la señora Botella de Aznar, al gran, inmenso y verbalísimo escritor señor Sánchez Dragó, donde confesó, no sé si a micrófono cerrado, que de “su libro” “Libertad, fraternidad y desigualdad (Derechazos)” no ha escrito ni una sola letra, “…no he hecho nada, es un libro preparado por un colaborador”, según sus propias palabras. Al parecer el señor Sánchez no tiene tiempo de escribir y no ha dedicado ni una sola línea intelectual propia. ¿Entonces quien es el “negro zumbón” o Antonio Luís Vega que le escribe? Quizás es mejor que él, pero no debe dar la talla mediática e histriónica del señor Sánchez. Las medallas, méritos, honores y dineros de derechos de autor es posible se los lleve el “blanco” y no el “negro”. Ahora en lugar de tener una gran mujer a tu lado, se necesita poner un negro, un criado o un esclavo en tu vida para poder triunfar.

ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS-Escritor