20.7.07
LOS NIÑOS DE BRASIL
LOS NIÑOS DE BRASIL:
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Una gran película fue Los niños de Brasil, interpretada por el magnífico actor Gregory Peck. Niños-probeta que eran clónicos, idénticos y estaban en lugares diferentes del mundo. Esos niños fueron manipulados genéticamente desde el feto por el terrible doctor Menguele, en sus horribles laboratorios nazis. Fue el padre de las criaturas que estaban llamadas a dominar el mundo a las órdenes del loco de turno.
De la ciencia ficción ayer, hoy pasamos a la realidad. Hay manipuladores de mentes que inoculan el veneno del odio y de la destrucción en los blandos cerebros de niños y de jóvenes y al mandato de un gran jefe un ejército de mártires se pone en pié y comienzan la destrucción. El premio es alcanzar el poder terrenal para el vivo y la felicidad celestial para el muerto. Hay células durmientes, seres con implantes y con chips en el cerebro, que a un grito mesiánico se ponen en marcha y se enfundan armas, bombas y ametralladoras y actúan de suicidas kamikaces. Niños y mujeres enfermos de religión que actúan como bombas humanas.
No es de extrañar que los últimos Grapos detenidos sean jóvenes, los de ETA casi niños que huyen ante un uniforme, los médicos-terroristas de Gran Bretaña adolescentes preparados y bien formados o los siete mil islamistas radicales, hijos de familias humildes y pobres, que se encerraron en la Mezquita Roja de Islamabad en Pakistán estudiantes coránicos, guiados por gurús mesiánicos que para salvar el pellejo se disfrazan con la burka lapidaria de la mujer. Estos cobardes líderes siempre se protegen entre las faldas de las mujeres, con un muro de niños o entre ancianos e inválidos.
El mundo utiliza a los niños para todo tipo de fechorías y trabajos degradantes, los tienen atontados, drogados y enfermos, los usan para sus más bajos propósitos y los tiran a las basuras cuando no les sirven. La última denuncia de esta realidad me la pone en bandeja el Imán de Madrid señor Alí el Messery al afirmar: “…hay menores en España y en Europa que pueden ser una bomba lista para explotar…listos para aceptar cualquier idea, terreno fértil para sembrar el extremismo…son ciegos que tienen a un tuerto entre ellos, la gente que predica no es sabia y hablan en nombre del Islam siendo ignorantes”. He leído grandes reflexiones y verdades de un hombre que creo es bueno, culturo y religioso al que deben oír los fieles que crean en esa religión. La evolución y transformación a la realidad actual es el mejor alimento para el cerebro de las “malas tradiciones”. La educación, la formación, el trabajo y la libertad del ser humano es el mejor “laboratorio” para hacer de esos niños personas como cualquier Dios manda.
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS-Escritor-www.museodelescritor.blogspot.com
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Una gran película fue Los niños de Brasil, interpretada por el magnífico actor Gregory Peck. Niños-probeta que eran clónicos, idénticos y estaban en lugares diferentes del mundo. Esos niños fueron manipulados genéticamente desde el feto por el terrible doctor Menguele, en sus horribles laboratorios nazis. Fue el padre de las criaturas que estaban llamadas a dominar el mundo a las órdenes del loco de turno.
De la ciencia ficción ayer, hoy pasamos a la realidad. Hay manipuladores de mentes que inoculan el veneno del odio y de la destrucción en los blandos cerebros de niños y de jóvenes y al mandato de un gran jefe un ejército de mártires se pone en pié y comienzan la destrucción. El premio es alcanzar el poder terrenal para el vivo y la felicidad celestial para el muerto. Hay células durmientes, seres con implantes y con chips en el cerebro, que a un grito mesiánico se ponen en marcha y se enfundan armas, bombas y ametralladoras y actúan de suicidas kamikaces. Niños y mujeres enfermos de religión que actúan como bombas humanas.
No es de extrañar que los últimos Grapos detenidos sean jóvenes, los de ETA casi niños que huyen ante un uniforme, los médicos-terroristas de Gran Bretaña adolescentes preparados y bien formados o los siete mil islamistas radicales, hijos de familias humildes y pobres, que se encerraron en la Mezquita Roja de Islamabad en Pakistán estudiantes coránicos, guiados por gurús mesiánicos que para salvar el pellejo se disfrazan con la burka lapidaria de la mujer. Estos cobardes líderes siempre se protegen entre las faldas de las mujeres, con un muro de niños o entre ancianos e inválidos.
El mundo utiliza a los niños para todo tipo de fechorías y trabajos degradantes, los tienen atontados, drogados y enfermos, los usan para sus más bajos propósitos y los tiran a las basuras cuando no les sirven. La última denuncia de esta realidad me la pone en bandeja el Imán de Madrid señor Alí el Messery al afirmar: “…hay menores en España y en Europa que pueden ser una bomba lista para explotar…listos para aceptar cualquier idea, terreno fértil para sembrar el extremismo…son ciegos que tienen a un tuerto entre ellos, la gente que predica no es sabia y hablan en nombre del Islam siendo ignorantes”. He leído grandes reflexiones y verdades de un hombre que creo es bueno, culturo y religioso al que deben oír los fieles que crean en esa religión. La evolución y transformación a la realidad actual es el mejor alimento para el cerebro de las “malas tradiciones”. La educación, la formación, el trabajo y la libertad del ser humano es el mejor “laboratorio” para hacer de esos niños personas como cualquier Dios manda.
ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS-Escritor-www.museodelescritor.blogspot.com